Miren estos tips que encontre en la web, estan super practicos y sencillos.
De sala de estudio a alcoba para invitados. De salón de ejercicios a
improvisado comedor. Todo tiene que poder transformarse rápidamente.
Sala de los milagros
Hazte
esta pregunta: ¿Existe alguna pared divisoria que puedas demoler para
conseguir un espacio verdaderamente amplio? Si la respuesta es
afirmativa, ¡no lo dudes! Cuanto más grande sea tu habitación
multipropósito, mejor. Pero si la respuesta es negativa, no desesperes.
Siempre puedes optimizar el espacio con el que cuentas. Si en él puedes
cultivar tu mente tanto como tu cuerpo, y pueden disfrutarla por igual
los niños y los adultos, es una verdadera habitación milagrosa. Lo único
que no puedes hacer en ella es guardar cosas. Úsala como sala de
lectura, de música, de gimnasia, de relax. Improvisa un comedor cuando
los invitados sean muchos. Unos cubos de madera, sin dos de sus caras
enfrentadas, son objetos multipropósito: como patas para una gran mesa,
como escritorios individuales, y mucho más.
Estudio y vacaciones
Durante
el periodo de clases, los niños necesitan un espacio cómodo y tranquilo
donde poder estudiar y hacer las tareas escolares. Pero cuando llegan
las vacaciones, muchas veces no tienen donde jugar y reunirse con sus
amiguitos, sobre todo cuando el clima los obliga a permanecer dentro de
la casa. De la misma manera, tus actividades laborales pueden cambiar
estacionalmente, y tal vez necesites un lugar en casa para esas tareas.
Tu habitación a la orden cumplirá todos tus deseos. Sólo se trata de
"flexibilizar" el espacio, tanto con la forma de los objetos como con
los materiales de que están hechos. Pon alfombra en el piso. Pinta las
paredes de colores claros y eventualmente cubre una de ellas con un
espejo que amplíe la perspectiva.
Habitantes inesperados
¿No
cuentas con un cuarto para invitados? ¿Nunca pueden visitarte
familiares o amigos de otras ciudades? Tu habitación multipropósito
puede salvarte en situaciones como esas. Por supuesto, no es práctico
tener en casa más camas ni colchones que los necesarios para quienes
viven regularmente en ella. Por eso, los colchones inflables son
una solución. Aún así, hay que disponer de lugar para guardarlos cuando
no se usan. Unos almohadones cuadrados pueden salvarte. Ubícalos uno
junto al otro sobre el piso, e improvisa una cama para invitados. Luego
de despedirlos hasta la próxima visita, apílalos contra una pared y
cúbrelos con una bella manta para fabricar un cómodo sofá sin patas.
¿Ves qué fácil es multiplicar las posibilidades cuando dejas espacio a
tu imaginación?
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