Meditación del dia: SÉ SABIO
Posteado en en 6:19:00 por Maryleydi Hernández
Ve a la hormiga, oh perezoso, mira sus caminos, y sé sabio.
Prov. 6:6.
La
hormiga es usada por los escritores sagrados y seculares como ejemplo de
laboriosidad y previsión. Trabaja arduamente en el verano para sobrevivir en
los tiempos difíciles del invierno.
El
sabio Salomón nos invita a observar la vida de estos pequeños insectos como un
ejemplo de persistencia, coraje y diligencia. Observar es, tal vez, una de las
grandes virtudes de la sabiduría. Pasamos por la vida como locos, corriendo
agitados, sin tiempo para observar la salida del sol, el resplandor de la luna,
o hasta el simple gesto del perro que mueve la cola cuando regresamos a casa.
Esa falta de observación, hace de nosotros personas insensibles, vacías. Meros
robots, que realizan un trabajo eficiente, pero que no disfrutan de la vida.
De
la hormiga aprendemos que la vida es lucha, y que para salir victoriosos se
necesita laboriosidad, orden y previsión.
Las
hormigas no esperan a que haya "grandes proyectos" para comenzar el
día trabajando. Comienzan con lo que tienen a mano. Cumplen día a día con su
deber, no se detienen, simplemente avanzan. Son muchas, y la suma de muchos
pequeños trabajos resulta en un proyecto fabuloso, porque si observamos con una
lupa el nido de las hormigas, veremos una obra extraordinaria de ingeniería que
los seres humanos difícilmente lograrían realizar.
Pero,
hay más. Las hormigas trabajan como un ejército. Hay orden y disciplina. No hay
grandes realizaciones sin orden. Al perezoso no le gusta trabajar ni observar
el orden. El resultado es hambre, miseria y fracaso.
De
todas las lecciones que la hormiga nos enseña, la que más me impresiona es la
previsión. La hormiga no consume todo lo que encuentra. Guarda, ahorra,
almacena. Y al hacer eso, ni pasa hambre, ni desatiende las necesidades de la
familia. Eso sería avaricia. Instintivamente, sabe que el invierno vendrá y que
no habrá condiciones favorables para trabajar; por tanto, hace provisión y
cuando las inclemencias del frío llegan, mientras otros animales pasan hambre,
la hormiga está alimentada y protegida en su hormiguero.
¿Qué
puedes aprender de la hormiga? ¿Cuánto falta para el invierno de tu vida?
"Ve a la hormiga, oh perezoso, mira sus caminos, y sé sabio"
Por el pastor Alejandro Bullón
Meditación del dia: ENSÉÑAME TUS SENDAS
Posteado en en 5:42:00 por Maryleydi Hernández
Muéstrame, oh Jehová, tus caminos;
enséñame tus sendas. Sal.
25:4.
¿Es
hoy un día difícil para ti? ¿Necesitas tomar una decisión importante y no sabes
qué hacer? ¿Tienes miedo? ¿Hay muchas cosas en juego y sientes que la
incertidumbre toma control de tu corazón? Algo tienes que hacer, pero temes
equivocarte. ¿Cuál es la solución?
David
también pasó por un momento en su vida semejante al que tú estás viviendo ahora.
En ese contexto fue cuando escribió lo siguiente:
"Muéstrame,
oh Jehová, tus caminos; enséñame tus sendas". Ciertamente, los caminos de
Dios son los mejores. Si pudiésemos ver a través del velo de nuestra humanidad
y permitiésemos que Dios nos mostrara sus caminos, él se revelaría y nos
alegraríamos en hacer su voluntad. El resultado sería prosperidad y éxito.
El
Salmo 25 habla de la vida como una larga jornada en la cual es imposible ser
victorioso con las fuerzas de uno mismo. La palabra "camino" la usa
el salmista cuatro veces en este salmo, y la palabra "senda" una vez.
El secreto de la felicidad es descubrir ese camino y andar en él. La vida no es
fácil de ser vivida. Sin la orientación divina, puedes llegar al fin del camino
y descubrir que desperdiciaste tu existencia. Por tanto, la primera lección que
necesitas aprender es que la vida no es fácil. Una vez que aceptas el hecho de
que la vida es difícil, busca ayuda y, como David, suplica a Dios que te
muestre el camino en el que debes andar.
El
problema es que a veces cuando el ser humano le pide a Dios que le muestre el
camino, lo que quiere es que él apruebe su decisión. Las cosas se complican,
porque Dios no es el Padre permisivo que deja que el hijo de dos años lo lleve
por donde él quiere. Dios es Dios, conoce el camino mejor que nadie y te
llevará con seguridad a donde necesitas llegar.
Con
esto en mente, no tengas miedo de tomar la decisión que necesitas tomar hoy. No
huyas. No postergues. No te "laves las manos". Pide la dirección
divina y marcha hacia delante con la conciencia de que tu vida está escondida
en las manos de Alguien que nunca falla.
Ora
a Dios y repite: "Muéstrame, oh Jehová, tus caminos; enséñame tus
sendas".
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