Ve a la hormiga, oh perezoso, mira sus caminos, y sé sabio.
Prov. 6:6.
La
hormiga es usada por los escritores sagrados y seculares como ejemplo de
laboriosidad y previsión. Trabaja arduamente en el verano para sobrevivir en
los tiempos difíciles del invierno.
El
sabio Salomón nos invita a observar la vida de estos pequeños insectos como un
ejemplo de persistencia, coraje y diligencia. Observar es, tal vez, una de las
grandes virtudes de la sabiduría. Pasamos por la vida como locos, corriendo
agitados, sin tiempo para observar la salida del sol, el resplandor de la luna,
o hasta el simple gesto del perro que mueve la cola cuando regresamos a casa.
Esa falta de observación, hace de nosotros personas insensibles, vacías. Meros
robots, que realizan un trabajo eficiente, pero que no disfrutan de la vida.
De
la hormiga aprendemos que la vida es lucha, y que para salir victoriosos se
necesita laboriosidad, orden y previsión.
Las
hormigas no esperan a que haya "grandes proyectos" para comenzar el
día trabajando. Comienzan con lo que tienen a mano. Cumplen día a día con su
deber, no se detienen, simplemente avanzan. Son muchas, y la suma de muchos
pequeños trabajos resulta en un proyecto fabuloso, porque si observamos con una
lupa el nido de las hormigas, veremos una obra extraordinaria de ingeniería que
los seres humanos difícilmente lograrían realizar.
Pero,
hay más. Las hormigas trabajan como un ejército. Hay orden y disciplina. No hay
grandes realizaciones sin orden. Al perezoso no le gusta trabajar ni observar
el orden. El resultado es hambre, miseria y fracaso.
De
todas las lecciones que la hormiga nos enseña, la que más me impresiona es la
previsión. La hormiga no consume todo lo que encuentra. Guarda, ahorra,
almacena. Y al hacer eso, ni pasa hambre, ni desatiende las necesidades de la
familia. Eso sería avaricia. Instintivamente, sabe que el invierno vendrá y que
no habrá condiciones favorables para trabajar; por tanto, hace provisión y
cuando las inclemencias del frío llegan, mientras otros animales pasan hambre,
la hormiga está alimentada y protegida en su hormiguero.
¿Qué
puedes aprender de la hormiga? ¿Cuánto falta para el invierno de tu vida?
"Ve a la hormiga, oh perezoso, mira sus caminos, y sé sabio"
Por el pastor Alejandro Bullón
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